Crisis alimentaria. Secretario General de la ONU, António Guterres, afirmó que el mundo se enfrenta a “una ola de hambre y miseria sin precedentes” que amenaza dejar “tras de sí un caos social y económico”.
La crisis alimentaria global podría convertirse en una verdadera “catástrofe” el próximo año, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Pasados tres meses de la invasión rusa a Ucrania, el Secretario General de la ONU, António Guterres, afirmó este miércoles 8 de junio que el mundo se enfrenta a “una ola de hambre y miseria sin precedentes” que amenaza dejar “tras de sí un caos social y económico”.
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Durante la presentación en Nueva York del segundo informe del Grupo de Respuesta a la Crisis Mundial dedicado a los efectos del conflicto en Ucrania sobre la población mundial, Guterres destacó que ningún país quedará al margen de esta crisis que afecta al coste de vida de todas las personas.
“Los precios de los alimentos están cerca de máximos históricos. Los precios de los fertilizantes se han duplicado con creces, lo que hace sonar la alarma en todas partes. La falta de fertilizantes hará que la escasez se extienda desde el maíz y el trigo a todos los cultivos básicos, incluido el arroz, con un impacto devastador para miles de millones de personas en Asia y Sudamérica”, vaticinó.
Por ello, destacó que la crisis alimentaria que se está produciendo durante este año es “de acceso a los alimentos”, mientras que pronosticó que la del año que viene “podría ser por falta de alimentos”.
Detalles
La secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, Rebeca Grynspan, ahondó en el mensaje de Guterres y especificó que la crisis alimentaria que padecemos “puede convertirse rápidamente en una catástrofe alimentaria de proporciones mundiales en 2023” de “la que nadie puede escapar” y crea “un círculo vicioso sobre el coste de la vida que aumenta sus consecuencias sobre las familias y los países”.
En consecuencia, indicó que los ingresos se están reduciendo y las familias se ven obligadas a decidir cómo asignar las reducidas finanzas del hogar. Para ilustrar los efectos de la crisis en las personas más vulnerables aludió a un ejemplo del estudio.
“En el informe mostramos datos que un aumento del 10% en los precios de los alimentos representará una disminución del 5% en los ingresos de las familias más pobres. Pero ¿qué significa una disminución del 5% en los ingresos de una familia? El 5% es todo lo que las familias más pobres gastan en salud, así que tengámoslo en cuenta. No es algo menor; un 5% de disminución de los ingresos es todo el gasto que tienen en salud para sus familias”, razonó.
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Cuestionada sobre qué regiones de Latinoamérica corren los mayores riesgos, Grynspan mencionó a los países centroamericanos y a los pequeños estados insulares en desarrollo.
“Y es muy interesante ver como estos países no están afectados sólo por la parte de los alimentos. Están muy afectados por la parte de energía y también por la parte financiera. O sea, que en estos países se produce de algún modo “una tormenta perfecta”, explicó.
Destacó que esas naciones “tienen poca capacidad dentro del mercado global para tener medidas de resiliencia con relación a los precios. (…) Después del África subsahariana, Latinoamérica y el Caribe poseen el mayor número de países expuestos a la triple crisis de alimentos, energía y finanzas. Y también puede ver en el reporte la difícil situación a la que se enfrentan en términos de la deuda.
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Propuestas
Entre las recomendaciones del estudio, Grynspan propuso:
- Estabilizar los mercados mundiales, reducir la volatilidad y abordar la incertidumbre de los precios de los productos básicos.
- Recuperar la oferta de los fertilizantes, garantizar el acceso de los pequeños agricultores y controlar los suministros en cualquier lugar durante los próximos 18 meses.
- Apoyar la propuesta de la FAO de crear un Mecanismo de Financiación de las Importaciones de Alimentos.
- Lograr que los países en desarrollo obtengan apoyo económico de las instituciones financieras internacionales para poder ayudar a su población pobre y vulnerable mediante planes de protección social y redes de seguridad:
- Usar las reservas estratégicas y las reservas adicionales para ayudar a aliviar la crisis energética a corto plazo
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