Los importadores de insumos para la preparación de platillos orientales enfrentaron un alza de fletes y con ello el encarecimiento de los productos que necesitan los chifas.
Por la pandemia, los restaurantes de pollo a la brasa y los chifas enfrentaron dificultades, como cierres de algunos locales, o atención limitada por temas de aforo y horarios.
A estos problemas se suma, en el caso de los chifas, el incremento en 80 % de los precios de los insumos que utilizan para la preparación de los platos orientales.
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Así lo reveló Hugo Siu, gerente general de SBTrading, empresa importadora de productos orientales que distribuye a restaurantes, chifas, supermercados y consumidor final.
Señaló que debido a la “crisis de contenedores”, los fletes pasaron de US$ 1,200 a incluso US$ 12,000, ocasionando una menor oferta y el encarecimiento de este tipo de insumos.
“Nosotros traemos la salsa de ostión, el sillao, canela china, hongos chinos, aceite de ajonjolí, salsa mensi, salsa hoisin, entre otros productos que son utilizados por los restaurantes y chifas”, explicó en declaraciones citadas por Gestión.
Indicó, por ejemplo, que una botella de salsa de soya que vendían a S/ 5.50 ahora la están vendiendo a S/16; o un té de jazmín que vendían a S/ 3.50 hoy se vende a S/ 5.20.
Esta situación -dijo Siu- ha afectado los costos de producción de los chifas que también han tenido que adaptarse a nuevos precios ante la prohibición del uso del tecnopor.
“Los chifas usaban el tecnopor para entregar la comida que se llevaba a casa, ahora con los nuevos envases tipo bambú, el valor es 4 veces más. Esto ha ocasionado que, en algunos casos, cobren a los consumidores por el táper”, añadió.
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Ventas
Siu refirió que como consecuencia de la pandemia muchos de sus clientes cerraron sus chifas debido a que no pudieron solventar los costos de alquiler durante el confinamiento.
“Si bien esto trajo en un primer momento un descenso en ventas, el comensal al no poder comprar la comida por el confinamiento empezó a preparárselo en casa”, dijo.
Así, una salsa de lomo saltado de la que normalmente vendían 800 botellas mensuales llegaron a vender 4,000 botellas, anotó.
En ese sentido las ventas se dinamizaron a través del consumidor final y por medio de la venta ecommerce, la cual se logró concretar por medio de la plataforma de Platanitos con la que lograron una alianza.
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