El flujo de caja, el Estado de Resultados y el punto de equilibrio son claves para seguir a detalle el día a día de tu negocio.
Recordemos los pasos para elaborar el flujo de caja, el Estado de Resultados y el punto de equilibrio de tu empresa. Estas herramientas son claves para seguir en detalle el día a día del negocio y proyectar su crecimiento o tomar medidas frente a una crisis.
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Flujo de Caja
En términos sencillos es el cálculo del saldo resultante entre los ingresos y egresos que ejecuta la empresa durante un determinado período. Si proyectamos los ingresos y gastos que esperamos tener, tendremos una idea más clara de las necesidades financieras de la empresa. Recuerde muchos proyectos buenos, fracasan porque no controlaron adecuadamente sus gastos diarios o sobre estimaron sus ingresos proyectados.
Mira aquí un ejemplo sencillo de flujo de caja.
Estado de Resultados
Con este reporte financiero, podremos identificar indicadores claves sobre la marcha del negocio, como los costos fijos (si se elevan demasiado) o los gastos financieros (si es factible aumentar el endeudamiento). Pero sobre todo, el también llamado Estado de Ganancias y Pérdidas, nos permite calcular el resultado de las operaciones directamente vinculadas a la actividad de la empresa (producción de bienes y servicios).
Y ahora te presentamos una pequeña guía sobre cómo elaborar el Estado de Resultados de un negocio.
Punto de Equilibrio
De todos, quizás este sea el más importante para cualquier tipo de empresa, pues nos permite conocer cuál es el volumen mínimo de ventas para que en el negocio no pierda. Con ello se puede fijar, por ejemplo, el margen de ganancia que tendrá el precio del producto o servicio ofrecido.
Producción = Costos fijos / (Precio de Venta – Costo variable unitario)
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