Muchas personas reducen la importancia, o en todo caso, no perciben el rol que tiene la disciplina en nuestras vidas. Una de las formas naturales de expresión de la disciplina es a través de la rutina. Entendiéndose rutina como la iteración periódica de múltiples actividades incluso muchas veces respetando el mismo orden de su desarrollo. Dicho esto, podemos hablar de rutina para referirnos a lo más básico y cotidiano de nuestro día; por ejemplo, levantarse todos los días, estirar los músculos del cuerpo, bañarse y posteriormente ponerse ropa limpia para empezar a trabajar.
¿Por qué esto es relevante? Es relevante para toda persona que, en lo profesional, quiera sacar el máximo rendimiento de su tiempo y recursos. Y cobra mayor relevancia aún, cuando se trata de profesionales independientes o emprendedores, en cuyo caso, sus ingresos son directamente proporcionales a la eficiencia de sus horas de trabajo. Se trata de trabajar para vivir y no a la inversa. Disponer de una rutina saludable y eficiente puede beneficiar sobremanera nuestro rendimiento laboral e intelectual a lo largo del día.
Para ello, responderemos dos interrogantes, la primera, ¿Cómo puedo hacer una rutina sostenible en el tiempo? y la segunda, ¿Qué rutina diaria es recomendable para maximizar la productividad laboral?
Para la primera cuestión la respuesta es simple y compleja a la vez. Simple porque las instrucciones son básicas y muy prácticas, y compleja porque requiere de fuerza de voluntad y mucho compromiso para tener éxito. La sostenibilidad de una rutina se consigue con la repetición. De hecho, la cantidad de días que necesita un comportamiento para volverse un hábito no son 21 días como dice la sabiduría popular, sino 60 días. Por otro lado, el otro elemento fundamental es el objetivo, y éste debe responder al ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Qué nos moviliza desde adentro? En resumen, con un objetivo claro y significativo, y con la repetición de las actividades a lo largo del tiempo conseguiremos una rutina sólida y duradera.
Para responder a la segunda pregunta, sobre qué rutina es recomendable seguir para potenciar nuestro performance laboral, es preciso conocer qué tipo de actividad profesional desempeñamos para adecuar nuestra rutina a la labor profesional; no obstante, te compartimos algunas actividades que, de manera transversal, pueden ser beneficiosas para cualquier tipo de actividad que realicemos:
- Es fundamental despertarse temprano, y con temprano nos referimos a levantarse a una hora que nos permita hacer actividades previas al inicio del trabajo. No es recomendable despertarse y lo primero que hagamos sea algo relacionado al trabajo (a menos que fuera estrictamente necesario). Para muchas personas esta hora está entre las 5:00 am y las 6:30 am.
- Como dijimos en el punto anterior, es recomendable que las primeras actividades del día no estén relacionadas al trabajo, para ello te aconsejamos que lo primero que hagamos sea realizar algún ejercicio de estiramiento o meditación/relajación. Estos espacios son fundamentales pues, además de relajar el cuerpo, nos confieren de un espacio reflexivo para visualizar positivamente el día y repasar algunos pendientes mentalmente. Esta actividad puede tomarnos aprox entre 10 y 15 minutos. Sólo necesitamos una ligera colchoneta para hacerlo.
- Después del paso 2, y si tenemos algo de tiempo, podríamos incluir alguna rutina de ejercicio breve. Ahora que estamos trabajando en casa, esta actividad podría ser caminar o trotar por las zonas aledañas donde vivimos o bien podría ser realizando una serie de ejercicios como planchas, polichinelas y ranas a fin de activar el sistema cardiovascular.
- Es importante luego de haber disipado la mente con la actividad física y la relajación, iniciar nuestro trabajo intelectual haciendo una “lista de pendientes” que nos sirva de hoja de ruta para todo el día y que no perdamos de vista ningún pendiente.
- Asimismo, es fundamental que respetemos y seamos estrictos con nuestros horarios de comida. El hecho de que trabajemos desde caso no implica que dejemos de lado este aspecto. Procuremos desayunar, almorzar, tomar la merienda y cenar a la misma hora todos los días, más allá de los beneficios metabólicos que esto trae, nos ayudará a organizarnos a través del día.
- Finalmente, no perdamos de vista los espacios para la familia y el ocio. El ocio es igual de importante que el trabajo; nos permite hacer una pausa, disipar la mente, hacer algo que nos interesa intrínsecamente además del trabajo, y todo eso a la vez nos recarga de energía para retomar lo laboral con mayor entusiasmo. Podemos hasta incluso mermar la creatividad por un hecho tan simple como no desconectar en los momentos oportunos.
Autor: Human Resource Mate