En esta oportunidad, Willy Wong, vicerrector de Servicios Universitarios de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina-UCAL, escritor y mentor de incubadoras de negocios, nos comparte su artículo “Triple A” en el que destaca la importancia y vigencia de la marca, y nos brinda tres recomendaciones para ponerlas en práctica, especialmente en el contexto actual. ¡Lee más aquí!
Con frecuencia pensamos que las crisis per se asesinan los planes de todo tipo. Creemos que las tempestades, como las que vivimos actualmente, mellan las proyecciones de crecimiento, las inversiones financieras y el muy necesario marketing. Sin embargo, aquello que duele más en los proyectos empresariales es la inevitable y acentuada incertidumbre que paren, de inmediato, las emergencias de envergadura. ¿Cuándo nos recuperaremos?, ¿cómo afrontaremos las obligaciones financieras?, ¿seguiremos perdiendo clientes?
Estas y demás interrogantes surgen en nuestras mentes que buscan consumar una sola meta: vigencia de la marca. He aquí tres recomendaciones, la “Triple A”, para que podamos navegar en el mercado pandémico:
- Averiguar. El caos y su hijo llamado desconocimiento, traen consigo hartos cambios en los comportamientos de las masas. Por tanto, debemos observar con ojo clínico y de investigador cómo transmutan las conductas de nuestros clientes. Enfoquemos las energías para averiguar los cambios en la frecuencia de compra, en los montos de dinero que se desembolsan por el producto, en las preferencias de plaza para usar el bien, entre otros. Solo observado hallaremos las expectativas que se tienen respecto a nuestra marca.
- Amplificar. Las alegrías que genera nuestra marca en los consumidores, debemos amplificarlas en todas las aristas posibles. Si las amas de casa valoran nuestros fideos porque no se pegan al cocinarlos, pues amplifiquemos la comunicación al respecto. Los buenos atributos de la marca que se publicitan por triplicado, entrarán en las mentes de los segmentos objetivos hasta por el último poro de la piel.
- Aliviar. Existen dolores de cabeza relacionados con nuestra marca y erradicarlos no demanda extrema inversión. Por ejemplo, si para un usuario es una tortura escuchar un saludo promocional/comercial de casi un minuto cuando nos llama telefónicamente, poco o nada nos costará acortar el mensaje. De manera similar, si los padres detestan que el colegio los cite virtualmente a las 3 p.m., quizás no implique mucho agendarlos minutos antes del almuerzo o del fin de la jornada laboral. Busquemos aliviar, no martirizar.
La sobrevivencia de nuestra marca no está ligada por completo a una vacuna, sino a la capacidad con la que identifiquemos y accionemos aquello que esperan, empáticamente, nuestros clientes y consumidores del contexto del COVID-19.
Autor: Willy Wong – Vicerrector de UCAL