Estos últimos días se está hablando mucho sobre Lolita. Una orca que lleva 51 años en cautiverio en Miami Seaquarium de Florida. Su historia ha conmocionado a miles de personas en todo el mundo que ahora están manifestándose en contra de esta situación. ¡Y ya estamos muy cerca de lograr el objetivo!
El storytelling en esta ocasión ha sido una herramienta poderosísima, que ha permitido que causas tan nobles como esta se hagan virales. El poder esta en nuestras manos y en el cómo contamos las historias.
Lolita se convirtió en un portavoz
El storytelling genera empatía y logra que nos pongamos en el lugar del otro. Hoy nos hemos involucrado en la vida de Lolita. Nos sentimos comprometidos en querer cambiar su realidad, ha provocado emociones de colaboración y apoyo mutuo, algo muy necesario en tiempos en los que la humanidad parece perdida.
No tenemos una película de ficción de por medio, tenemos una vida real que nos conmueve. En la naturaleza, las orcas suelen nadar cien millas diarias (160 kilómetros) y sumergirse a decenas de metros de profundidad. Lolita solo puede nadar en un tanque de 18 metros. No es tarde para que se le permite volver a sumergirse y ver a su familia de nuevo.
¡Les comparto esta historia en los slides!
