Todos conocemos la historia de David y Goliat, es muy valiosa y empoderadora. Si algo aprendemos de esta historia, es que muchas veces nos enfrentamos a supuestos Goliat. Desde el aporte en su mensaje, podría asemejarse al día a día de las empresas, que con constancia y estrategias pueden confrontar a las adversidades que les presenta el mercado.
A pesar de todo, la historia esconde un mensaje mucho más valioso y ha pasado desapercibido. David en realidad no tenía tales características de debilidad, al menos en muchos aspectos. David contempló muchos argumentos que lo hacían pensar en su posible victoria. De forma semejante, ante estos escenarios nuestra perspectiva no debe ser la competencia sino evaluar nuestras fortalezas.
Hago esta referencia, ya que las empresas, igual que las personas, somos lo que creemos. Desde mi forma de pensar, comparto que toda empresa, sin importar su tamaño, empezó con alguien que se lanzó a hacerlo: Ese es un acto de valentía.
La victoria es posible
Con mucha alegría llevar una marca que empodera a otras y les ofrece genuinamente experiencias para acercarlos a sus grupos de interés ¡Es el mejor trabajo! Nada es imposible, mientras tengamos el valor de dar un paso adelante.
Saludos ¡Aventureros!
