Hace pocas semanas, un contenido de las clases de Aprendo en Casa (la iniciativa del Ministerio de Educación para el año escolar, ante la coyuntura sanitaria) se viralizó en redes. En él, se hablaba sobre diver sidad cultural y de cómo ninguna identidad debería ser tratada como inferior, haciendo mención a que las lenguas originarias en el país han ido perdiendo espacio en un contexto de centralización en el que aquello que se considera como “cultura no oficial” va siendo dejado de lado y olvidado.
Sabemos que la identidad cultural nos permite sentirnos parte de un conjunto social, pertenecer a nuestro entorno. El poder reconocernos en una festividad, una gastronomía, una expresión artística o una lengua, no debería ser considerado un privilegio sino un derecho. Las personas debemos poder expresarnos y sentirnos identificados con aquello que nos mueve.
Por esos mismos días, y como si fuera una respuesta del azar, me encontré con un curso virtual de quechua, facilitado por la Municipalidad de Lima y en contexto con el Día de las Lenguas Originarias. Y no saben ustedes lo motivador que resulta: las personas que se conectan a las clases en Facebook y YouTube se cuentan por miles. En un principio, el curso sería privado (solo para las personas inscritas), pero el límite fue ampliamente superado y se hizo necesario ofrecerlo en plataformas abiertas a todo público. Esto nos da cuenta del real interés que existe en muchas personas (y creo poder concluir, con felicidad, que se trata de las más jóvenes) no solo por conocer un idioma como el quechua, sino en lo que está detrás de ello: conocernos a nosotros como peruanos, quiénes somos, qué y cómo sentimos.
Pero no quiero alejarme del espíritu de este blog. Las expresiones musicales son parte de la identidad cultural de las personas, así como la lengua, y pienso en cuánta música existe y no debe dejarse atrás.
En su libro “Mi vida entre cantos” (editado en 2018 por el Fondo Editorial de la Universidad de San Martín de Porres y el Ministerio de Cultura), nuestra extraordinaria cantautora Alicia Maguiña cuenta cómo una parte de su público le dio la espalda cuando ella decidió investigar las expresiones serranas, incursionar en el waylarsh y conocer el quechua. El motivo de dicha actitud era netamente racista, pues consideraban que dichas expresiones eran inferiores a las que Maguiña acostumbraba interpretar (como ser el vals o la marinera). Afortunadamente, ella supo ignorar esos cuestionamientos y siguió, con rigor, su propio camino: el impulso de la música puede ser más fuerte que cualquier prejuicio.
El tiempo ha pasado, pero ¿ha cambiado nuestra sociedad? En verdad, creo que se trata de una pregunta sin una respuesta clara, pero sí se hace evidente que ahora estamos más atentos a nuestro entorno, y que eso nos ha hecho aceptar la diversidad como lo que es: parte de nuestra riqueza.
Por ello, resulta muy importante que la música tome también la bandera de la identidad cultural, que asuma un papel activo y sea un aliado en la consolidación del país para celebrar su diversidad. Los músicos son entes comunicantes en la sociedad y, como tales, tienen la oportunidad de generar un cambio, una renovación. De esta manera, se ayudaría a validar todas las expresiones y a desterrar, poco a poco, el fantasma de la segregación que aún hoy nos separa.
Terminamos junio: mes en que se revalora la cultura afroperuana, y el mes en que se celebran el Inti Raymi y la fiesta de San Juan; tantas expresiones que no hacen más que retratarnos, y donde la música tiene un rol vital. Y fíjense, estas líneas han tomado como contexto solo el uso del quechua, pero podríamos y deberíamos ir a más, y ese será un reto por asumir.
Entre tanto, quiero terminar estas líneas admirando el trabajo de músicos peruanos que están revalorando su identidad a través de canciones, con un público amplio que reconoce en ellos una nueva mirada en nuestra sociedad. Sigamos haciendo que la música cuente quiénes somos.
- Renata Flores
Desde Ayacucho y con solo 19 años, sus canciones hablan sobre la igualdad en clave de rap y trap.
https://www.youtube.com/watch?v=UGkyV2G7hGE
- Liberato Kani
Músico cultor del rap, que desde Lima defiende el idioma que lo ha identificado siempre: el quechua.
https://www.youtube.com/watch?v=ihgZLkM6nnw
- Tayta Bird
El proyecto unipersonal del músico Edwin Carrasco empieza investigando en sus primeros años en Apurímac, mezclando el sonido e identidad andinos con sonoridades de música electrónica.
https://www.youtube.com/watch?v=t38CfIvePOQ
- Uchpa
La ya clásica banda de rock y blues que, desde sus inicios en 1993, fijó su identidad en el uso del quechua para crear y sostener un estilo propio.
https://www.youtube.com/watch?v=f_5TbqJb3K8