La reputación corporativa y los beneficios de gestionarla

“Debemos tener siempre presente que la construcción de una reputación sólida no se consigue de un día para otro. Es un largo camino el que se debe recorrer, comprendiendo lo que tu empresa realmente es y sabiendo hacia donde se quiere ir; se debe conseguir.”

En algún artículo anterior he mencionado que la reputación es el intangible más importante que una empresa puede tener. Para darle la relevancia necesaria, primero, se requiere saber qué entendemos por reputación. Básicamente. es la percepción que tienen todos los stakeholders sobre tu empresa a partir de las acciones tanto internas como externas que realizan. Es una suma de intangibles que recibe el público de interés como la imagen, la honestidad, la economía empresarial, el servicio que brindan, entre otros, lo que va formando la reputación empresarial.

El primer consejo que les puedo dar, para construir una buena reputación, es hacer lo que se dice, como empresa. Para Ros Piñot, directora de recursos de Abertis Telecom, gestionar la reputación implica desarrollar “la realidad de las organizaciones y asegurar que todas las realidades de la empresa sean percibidas adecuadamente por los distintos grupos de interés”.

Para construirla hay que hacer, entre otras cosas, un trabajo integral de todas las herramientas que se tengan a la mano, envueltas en uno de los valores empresariales más importantes a mi entender: la honestidad. A su vez, hay que hacer una gestión transversal de algunos puntos claves como establecer objetivos medibles, que todas las áreas de la organización participen, lograr la excelencia y coherencia en lo que se hace, entre otros.

Debemos tener siempre presente que la construcción de una reputación sólida no se consigue de un día para otro.

Es un largo camino el que se debe recorrer, comprendiendo lo que tu empresa realmente es y sabiendo hacia donde se quiere ir; se debe conseguir, como dice Esther Sarsa, “una comprensión integral estratégica”. Cuando se logra esto, se debe trasmitir el conocimiento a todos los departamentos de la empresa entendiendo que se posee el completo apoyo del CEO o gerente general.   

Pero, ¿por qué debemos invertir y trabajar en gestionar la reputación corporativa? Aquí algunos argumentos:

  • Tiene injerencia en los resultados de crecimiento y facturación de la organización.
  • Colabora en la retención o contratación del mejor personal posible.
  • Te abre la cartera de inversores en caso lo requieras.
  • Se hace más viable el boca a boca al momento de recomendar la empresa.
  • Es un buen diferencial al momento de ser comparado con la competencia.
  • Ante una crisis, una buena reputación es “un balón de oxígeno” que nos puede dar tiempo para explicar o palear el problema. 

Recordemos que la reputación empresarial no solo la deben trabajar las grandes empresas, sino todas las instituciones, sin importar su tamaño, y como siempre repetimos, busquen personal capacitado en estos temas, con un perfil adecuado, ya que con la reputación nadie debe jugar.  

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