Si bien es cierto que se necesitan mejoras de cara al futuro para solucionar el tema de los horarios (que fueron un problema para jugadores y espectadores), esta Copa Davis será memorable y quedará en el recuerdo de todos los seguidores del deporte, no solo por ser la primera bajo el nuevo formato, sino por una razón en particular: La lección de vida que nos dio el tenista español Roberto Bautista Agut, quien, a pocos días del fallecimiento de su padre, jugó un partido impecable en la serie final, lleno de emoción que tocó fibras y acarició el cielo con su victoria.
Con la razón y el corazón
Roberto Bautista Agut, segunda mejor raqueta de España, noveno en el ranking mundial, tuvo que darle un alto a su participación luego de la clasificación de España a los cuartos de final, debido, a que su padre, quien padecía problemas de salud fruto de un accidente, se encontraba grave. Roberto viajó de Madrid (sede de la Davis Cup) a Castellón para ver a su padre y al llegar, su padre le dijo que no podía luchar más. Momentos después fallece.
Robert, a pesar del inconmensurable dolor de perder a un padre, y el año pasado a su madre, decidió que lo mejor era volver a Madrid para acompañar a su equipo y demostrar su compromiso hacia ellos y a su país.
De camino a Madrid recibe la llamada del médico de la selección española, quien no sabía de la decisión que había tomado Robert de regresar, pidiéndole que evalúe volver a la Davis, debido a que sus compañeros (Marcel Granollers y Pablo Carreño) presentaban problemas físicos. Él, sorprendido por el estado de sus compañeros, responde que está en camino, a solo una hora de llegar.
Al llegar a Madrid, el sábado por la mañana, entrenó para ponerse a punto y estar a disposición del entrenador Sergi Bruguera. Ese día Robert no jugó la semifinal contra Gran Bretaña, pero su presencia en el banco español inspiró a sus compañeros, entre ellos a Rafael Nadal que, como de costumbre, jugó un tenis de altísimo nivel y fue clave para la victoria de su equipo.
Al finalizar del encuentro contra los británicos, Nadal compareció ante los medios y mencionó que tener a Roberto en el equipo, juegue o no juegue, es inspirador.
Al día siguiente, el destino quiso que Roberto tenga un momento mágico, desempeñando un papel crucial en la final de la Davis. Y ese momento se dio cuando el entrenador lo eligió para jugar el primer partido de la serie contra la joven estrella canadiense Felix Auger Aliassime, número 21 del mundo.
Fortaleza mental, coraje y razón de ser
Robert estaba a punto de cumplir un sueño, ganar su primera Copa Davis, y no iba desperdiciar tal oportunidad. Esa tarde desde principio a fin, jugó con la seguridad y serenidad que lo caracteriza, desplegando un juego con mucha precisión e intensidad. Ese día será inolvidable para él y todos los que vieron ese partido, no solo por su victoria sino por su significado. Muchos nos preguntamos ¿Cómo hizo para poder jugar a tan alto nivel después del fatal acontecimiento? ¡No lo sabemos!
Lo que Roberto nos deja claro es que la fortaleza mental, el coraje y tener un propósito en la vida es lo que divide a los fuera serie del resto de personas.
Luego del partido, Robert mencionó que su padre le hubiera dado un tirón de orejas si no regresaba a jugar.
Para cerrar les dejo las palabras de un emocionado Rafael Nadal, quien lo ha ganado todo en el tenis, referirse con admiración sobre la excelente performance de su compañero de equipo.
“Ha sido una semana increíble en todos los sentidos. He ganado los ocho partidos, pero lo digo con la mano en el corazón: lo que ha hecho Roberto es sobrehumano, es un ejemplo para el resto de mi vida”