Cuatro consejos para lidiar con un jefe de carácter complicado

Presta atención a estas recomendaciones para que aprendas a lidiar con ese jefe que trae problemas en vez de soluciones a tu lugar de trabajo, para que no tengas que dejarlo solo por no saber manejar la situación.

Los jefes o gerentes dentro de equipos de trabajo tienen el gran potencial de ser grandes impulsores o también de ser todo lo contrario. Es un puesto que conlleva una responsabilidad mayor. Siempre ha sido así. Si el pelotón no tiene éxito, no culparán a cada uno de los soldados rasos sino al sargento a cargo y cuando un equipo deportivo gana, la mayor gloria se la lleva el capitán de este.

>LEE: Diez características del trabajo freelance

Lo ideal es que el jefe sea la persona que motive a sus empleados y además les facilite herramientas efectivas para que triunfen en sus labores. Sin embargo, no siempre es así y tanto en las películas como en la mismísima vida real nos encontramos con jefes que parece que en vez de colaborar, fueran obstáculos en la realización del trabajo diario trayendo consigo mucho estrés y frustración. Entérate aquí de cuáles son las consecuencias del estrés y por qué debes evitarlo.

A continuación te daremos ciertas recomendaciones para que aprendas a lidiar con ese jefe que trae problemas en vez de soluciones a tu lugar de trabajo, para que no tengas que dejarlo solo por no saber manejar la situación:

1.- Estar alerta

Esto no significa estar a la defensiva, pero observar las conductas del supervisor gruñón sí ayudarán a conocerlo mejor. A saber cuál es su rutina, qué prefiere, qué lo pone de mal humor y qué le agrada para descubrir cómo lidiar saludablemente con él.

Mira su lado positivo, lo más probable es que esta persona tenga un montón de cualidades de las cuales puedes aprender profesionalmente que nunca antes habías notado por estar muy ocupado fijándote en sus características negativas.

2.- Mantener una conducta profesional

En el trabajo es vital la actitud que tomemos ante las situaciones que se dan cotidianamente y nuestras reacciones no deben estar limitadas a la manera en que otros nos traten sino en la entereza de la cual disponemos, la cual no debería estar condicionada a factores externos.

Es verdad que somos seres emocionales, pero como dice Miguel Ruiz en su libro los 4 acuerdos: “no te tomes nada personal”. Vale la pena mantener la firmeza y no dejarse afectar por comentarios hirientes y muchísimo menos responder emocional y reactivamente. No todo el mundo tiene desarrollada la cualidad del dominio propio.

Demuestra tu altura y educación pensando antes de hablar y recordando que las cosas que pueda decir ese jefe no debes tomarlas personalmente ya que su manera de expresarse tiene que ver con él, no contigo.

3.- Propicia el momento para conversar

El punto anterior no quiere decir que debas dejar que tu jefe te irrespete, en lo absoluto, sino más bien decir las cosas oportunamente. Se logra más conversando cuando los ánimos se han calmado que en el momento del calor. Por otro lado, nadie –con cordura– se niega a tener una conversación dentro de los límites del respeto si lo que se persigue es mejorar a todos los niveles.

Tal vez no has tenido la oportunidad de exteriorizar ciertas incomodidades que tu jefe ni sabía que existían. Una buena comunicación es clave para mantener las relaciones profesionales de manera óptima.

Guarda estas opiniones con respecto a él o ella para cuando puedan conversarlas directamente. No es una buena idea desahogarse con los otros compañeros de trabajo y crear chismes que lo que van a hacer es volver el ambiente laboral más incómodo. Y si ya estás pasando por algo así, mira en Gananci cómo lidiar con gente difícil en el trabajo.

4.- Da siempre lo mejor de ti

Puede ser difícil a veces mantenerse motivado en un empleo cuando no nos llevamos bien con nuestro jefe, sin embargo, cuando realizas tu trabajo de manera óptima te sentirás satisfecho contigo mismo y esto mantendrá tu autoestima elevada a niveles saludables, lo que no permitirá que te afecten negativamente las cosas que tu jefe pueda decirte.

No tienes control sobre lo que hacen los otros, pero sí sobre lo que haces tú y una buena manera de enfrentar a las personas tóxicas es con los resultados en la mano. Cuando se dice “da lo mejor de ti” no es solo a nivel profesional, sino a todos los niveles, esto, sin duda hará que influyas en tu equipo de trabajo notablemente.

Toma la responsabilidad de mostrar siempre una actitud entusiasta, responsable, sonriente así creas que no es posible y te resulte más fácil culpar a otros. Tú puedes decidir ser esa pequeña luz que se alumbre en la oscuridad y que poco hará que otras luces quieran seguirse encendiendo hasta crear un espacio totalmente iluminado.

>LEE: Diez pistas para saber si eres un buen líder 

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