Muchas de las decisiones que tomamos fueron por intuición, que se encuentra ligada al conocimiento y experiencia.
En la vida siempre tenemos que decidir. Tomamos decisiones para elegir un empleo, si aceptamos un ascenso, si renunciamos a algo, etcétera; sin embargo, no nos percatamos que muchas de nuestras elecciones fueron por intuición. Lejos de ser un concepto irracional, ésta se encuentra ligada a la experiencia y conocimientos. El portal El País publicó algunos tips para tomar decisiones difíciles en el trabajo.
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No controles todo
A nuestro cerebro le gusta recibir mucha información para comparar y finalmente elegir cuál es la mejor opción. Por ello realiza listas de pros y contras cuando nos sentimos perdidos, pero si esperas tener todo los datos, quizás llegues a tomar la decisión correcta cuando sea demasiado tarde, entonces no habrá sido una buena decisión.
Desconecta tu cerebro
Si después de mucho tiempo aún ni llegas a elegir un punto, lo mejor es que te desconectes y tomes aire; caso contrario, tus niveles de estrés subirán y te sentirás en un callejón sin salida.
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No procrastines
Retrasar las decisiones que se deben tomar, solo te generará ansiedad y dañará tu autoestima personal y laboral. “Pensar que no estás haciendo algo que deberías te bloquea”, dice Diana Navarro, psicóloga laboral.
Dividir
Debes dividir una gran decisión en varias pequeñas a través de un esquema. Aquí se partirá del problema principal y mediante flechas, que son preguntas sencillas, encontrarás la solución a éste. Hará que te des cuenta que las pequeñas elecciones también pueden ser difíciles y hace que las grandes decisiones parezcan sencillas.
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No eres ‘tonto’
A veces, el hecho de no saber cuál de las dos alternativas es mejor que la otra nos genera confusión e inseguridad. Nos sentimos tontos porque no estamos seguros; sin embargo, lo que marcará la diferencia será la intuición.
Crea razones propias
Crea motivos personales por lo que elegimos entre una u otra opción, a pesar que ninguna de las dos es mejor que la otra. Así podremos apostar por lo que nuestra intuición nos dice cuando nuestro cerebro se estanca.