Al igual que Bob Dylan con las canciones, los emprendedores hacen lo mismo con sus proyectos. Las ideas de negocio están ahí, lo único que necesitan es alguien que las haga realidad.
Lector, celebremos que el cantante, escritor y compositor norteamericano Bob Dylan haya recibido el premio Nobel de Literatura 2016, recordando sus frases más destacadas y que sirven de motivación a los emprendedores.
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1. “Las canciones están ahí. Tienen una existencia propia, y lo único que esperan es a que alguien las escriba”
Al igual que Bob Dylan con las canciones, los emprendedores hacen lo mismo con sus proyectos. Las ideas de negocio están ahí, lo único que necesitan es un emprendedor que las haga realidad, que les de vida. Encuentra tu idea pues hay miles por descubrir.
2. “¿Qué cuál es mi mensaje? Ten buena cabeza y lleva contigo una bombilla”
Tener buenas ideas y una “buena cabeza” para no desmayar en tu empeño de hacer realidad tus proyectos es la base de cualquier emprendedor. Sin una iniciativa propia, sin un proyecto en el que centrarse, no hay nada. Ese es el mensaje.
3. “¿Sabes? todas mis canciones podían estar mejor escritas. Esto es algo que me preocupaba antes, pero ya ha dejado de preocuparme. Nada es perfecto, y por eso no tengo por qué esperar que yo sea perfecto”
¿Qué mejor lección que aprender que no todo puede ser perfecto? Tropezar porque las cosas no salieron perfectas no quiere decir caerse. Incluso caerse no quiere decir rendirse. Muchos emprendedores cuando comienzan un negocio esperan que todo vaya sobre ruedas, perfecto, sin altibajos, sin fallos. Pero eso no es posible, no esperes que sea perfecto, porque no lo será.
4. “Las canciones me llegan cuanto más aislado estoy en el espacio y en el tiempo”
Al igual que las canciones de Dylan, las ideas llegan siempre cuando más tranquilos estamos. Bajo presión es complicado que salga algo productivo, que nazca una idea. Recuerda que “la inspiración llega cuando menos te lo esperas”. Encuentra tiempos de calma y de reflexión.
5. “Ayer sólo es un recuerdo, mañana nunca es lo que se supone que es”
Vivir de lo que nos pasó ayer no es vivir. Lamentarse por los fallos cometidos en nuestra empresa una y otra vez no es productivo ni realista. Basta con seguir adelante, aunque nunca sepamos a ciencia cierta cómo será mañana.
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Vía: Forbes
