Volver al trabajo después de las vacaciones es un proceso de adaptación que puede llevar algunos días. ¡Consíguelo con estos tips!
Muchas veces no es fácil volver al trabajo luego de unas vacaciones. Hay que despedirse de ese tiempo sin obligaciones, la siesta, despertar y dormir a cualquier hora, no tener que programar nada en la agenda… Para darle la bienvenida nuevamente a un ritmo de vida más rápido, con tráfico, trabajo acumulado, responsabilidades y, probablemente, tareas atrasadas que -a menudo- provocan ansiedad, temor e incluso tristeza.
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Las consecuencias de la reincorporación al trabajo no son serias y su repercusión depende de varios factores, sobre todo de la personalidad del trabajador, la duración de las vacaciones y del ambiente de trabajo.
Volver al trabajo después de las vacaciones es un proceso de adaptación que puede llevar algunos días. Por eso Sandra Mendoza Figueroa, gerente de Marketing de Raet LatAm, compartió algunos tips para que la reincorporación sea más sencilla:
1. Prepárate para la vuelta
Muchas veces las vacaciones también cansan, por eso un par de días antes del regreso al trabajo podemos retomar los horarios y los lugares habituales para que el cambio no sea tan drástico. Así, tendremos más tiempo para las tareas domésticas, no solo desarmar bolsos y valijas, ir a hacer las compras, lavar la ropa, sino también reorganizar la dieta y la rutina en casa.
2. Agradece y valora lo que tienes
En primer lugar, hay que agradecer que tenemos trabajo y que tuvimos la oportunidad de tomarnos unos días para descansar. Debemos dar gracias por lo positivo que el trabajo nos brinda.
3. Motívate con el trabajo
Procura tomar conciencia de las cosas buenas del trabajo que tienes. Además de la posibilidad de obtener dinero para la vida y la familia, piensa en los desafíos que se presentan diariamente en lo que haces. Piensa si puedes hacer mejor las diferentes tareas, si puedes plantear algo nuevo, diferente, para lograr mayor productividad o eficiencia. Indaga si puedes capacitarte en algo para mejorar en lo que haces.
4. Take it easy (no te sobre-exijas)
En el trabajo, no trates de resolver todo ya. Tienes que entender que no puedes ponerte al día con todo inmediatamente. Los primeros días son ideales para organizarte. Haz una lista de prioridades, pues te servirá para centrarte en lo esencial. Es importante es que la lista incluya tareas pequeñas y manejables para poder ver los logros con facilidad. Otra idea es comenzar con algún proyecto laboral que te motive; no todas las tareas nos gustan por igual, pues en los primeros días podemos comenzar precisamente por aquéllas que más nos gusten.
5. Respira y relájate
Cuando te sientas agobiado por todas las tareas pendientes, debes tomarte pequeños descansos a lo largo del día y realizar ejercicios de respiración consciente. La regularidad y un ritmo pausado y profundo de la respiración tienen un efecto calmante y disminuye la velocidad del proceso del pensamiento, esto contribuye a disminuir la ansiedad y el estrés.
6. Planifica tiempo de ocio
Debes disfrutar todos los días del año como si siempre estuvieras de vacaciones. Date un tiempo para realizar alguna caminata, salir con amigos, comer rico, practicar algún deporte o hobby.
Planifica descansos y momentos que te mantengan motivados. Volver a la rutina no implica “volver a sufrir”, no quiere decir que debes dejar todas las actividades más placenteras o gratificantes, sino que simplemente necesitas una mejor organización de tiempos para dedicar una parte a uno mismo.
7. Proponte “escapadas” de corto y mediano plazos
Las vacaciones no son lo único que sucede en la vida pero… ¡qué bien que la pasamos! Entonces, habrá que pensar en hacer “escapadas” más cortas para cortar con la rutina. Se pueden planificar y concretar, paso a paso, diferentes mini-viajes durante el año. Al llegar de una de esas “escapadas”, se planea la siguiente, y así… hasta las próximas vacaciones.