Deja los nervios atrás y céntrate en convencer a tus oyentes de que vale la pena escucharte. ¡Solo tienes un minuto para captar su atención!
Emprendedor, hablar en público no es nada fácil y es algo que nos aterra a la gran mayoría. A veces los nervios nos traicionan y terminamos soltando información como si nuestra meta fuera acabar la dichosa presentación lo antes posible.
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Sin embargo, debes saber que lo importante no es acabar, sino empezar. En una presentación tenemos en promedio unos 60 a 90 segundos para enganchar a los oyentes y mantener su atención durante toda la charla. Si tras ese minuto y medio no lograste transmitir que lo que tienes que decir es más interesante que mirar su celular, te será difícil conseguir su atención más adelante.
¿Cómo empezar una presentación con pie derecho? Darlene Price, presidenta de Well Said Inc. y autora del libro “Well Said! Presentations and Conversations That Get Results.”, aconseja lo siguiente:
1. Cuenta una historia que cautive al oyente
A todos nos gusta escuchar historias, sobre todo si podemos identificarnos o encontrar algún tipo de mensaje en ellas.
Puede ser una experiencia personal, una historia que tenga un especial significado, un relato histórico o una fábula. Lo más importante es que sea breve, englobe los puntos clave de tu presentación y provoque una sensación en el público.
2. Lanza alguna pregunta retórica
Piensa en una pregunta que cause una reflexión interna en los espectadores. Eso sí, no esperes que te contesten, ni asientan la cabeza como respuesta afirmativa o negativa. Tu objetivo es que causes un impacto en su pensamiento y que se estanquen unos instantes en tu planteamiento.
3. Revela un dato o titular impactante
Imagina que empiezas tu presentación con la siguiente frase: “Robots quitarán el puesto al 47 % de trabajadores en 20 años”. Lo más probable es que tu público se quede boquiabierto con la estadística, que les genere inquietud y hasta cierto miedo. Esto provocará que quieran saber más sobre el alarmante dato y estén dispuestos a escucharte.
Asegúrate de que el dato esté directamente relacionado con el objetivo principal de la presentación.
4. Abre con una imagen
Una foto dice más que mil palabras. El factor estético y visual engancha y facilitará la comprensión, además de dar rienda suelta a la imaginación, dejando huella en el oyente.
5. Cita a un personaje famoso
Utiliza palabras sabias de una figura fácilmente conocida por el público. La credibilidad y notoriedad del personaje jugará a tu favor.
Procura que las palabras que elijas tengan una relevancia para los oyentes y relación con el tema que trates.
6. Utiliza un vídeo
La combinación de imágenes y sonidos aumenta la posibilidad de provocar una reacción emocional en el espectador, además de lograr transmitir el mensaje de forma rápida y eficaz.
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Vía: ticbeat.com