Mira cuáles son las equivocaciones más frecuentes de un negocio, si deseas evitar fracasos empresariales en la actual coyuntura.
No hay fórmula mágica que le garantice el triunfo a un emprendedor, especialmente en una coyuntura como la actual, marcada por la crisis alimentaria, el incremento en los precios de los alimentos, el tema de los fertilizantes y factores relacionados con la política; sin embargo, un pequeño y mediano empresario sí puede tomar previsiones, ser cauto en su accionar y evitar errores estratégicos.
Panorama complicado: errores que se deben evitar
Un emprendedor tiene que ser cuidadoso cuando el panorama es complicado para su supervivencia. De hecho, hace poco la Cámara de Comercio de Lima (CCL) advirtió que producto de la pandemia y sin acciones oportunas del gobierno para reactivar la economía, en los últimos dos años más de 135,000 micro y pequeñas empresas (mypes) cerraron sus puertas de manera definitiva, mayormente del sector comercio y servicios, dejando sin empleo a cerca de 540,000 peruanos.
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Por eso presta atención a esta lista de las equivocaciones más frecuentes de un negocio, si deseas evitar fracasos empresariales.
1. No definir el mercado
Recuerda que tu idea te puede parecer buena, pero si no tienes clientes sencillamente no prosperará. Define el grupo objetivo de tu negocio y dedícate a complacerlo.
2. Dejar de insistir
Antes de colocar un negocio debes saber que necesita de mucho esfuerzo para sacarlo adelante; además tal vez deberás afrontar muchos fracasos pero si perseveras, entenderás que valió la pena esperar.
3. No revisar los costos de tu negocio
Por la situación económica que se vive en el Perú y el mundo, siempre es necesario estar consciente de los costos que está asumiendo el negocio.
Preguntas como “¿es necesario alquilar un nuevo local?” o “¿debo invertir tanto en publicidad?” y hasta “¿es necesario comprar justo ahora una nueva vitrina o maquinaria?” deberían rondar siempre por la cabeza del emprendedor.
4. No hacer un plan estratégico
Esto es para los emprendedores principiantes: al dejarse llevar por la emoción de tener un negocio propio, olvidamos que se necesita hacer un plan donde se especifique qué es lo que se quiere conseguir y cómo se va a conseguir. No tener una dirección obstaculiza que la empresa se desarrolle.
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5. Ausencia de marketing
Si quieres que tus clientes te vean, pues tendrás que hacer un estudio, aunque sea de observación, para buscar el canal adecuado para llegar a ellos. ¡Si no haces que te conozcan, no existes!
6. No preocuparse en tener las herramientas e insumos necesarios
Desde un comienzo procura tener los recursos necesarios, ya sea de bienes, como de personal y tecnología. Aquí es importante que cuentes con el feedback de tus colaboradores para que sepas de primera fuente, qué necesitan para hacer un buen trabajo.
7. Quedarse en la zona confortable
Si te instalas en una zona de confort o te niegas al cambio, no seguirás desarrollándote; por eso busca rodearte de gente que te aliente a seguir mejorando cada día.
8. Ser cerrado al cambio
Creer que lo sabes todo solo hará que tu negocio quede obsoleto. Prepárate a estar abierto a aprender de otros, asiste a charlas, seminarios, talleres que necesites para seguir fortaleciendo tus conocimientos, y tomes mejores decisiones.
9. No delegar
Hay que aceptar que no podemos hacer todo solos, muchos empresarios se desgastan intentando ser multifacéticos, y terminan siendo esclavos de sus propios negocios. Es mejor enseñar y delegar.
10. No formalizarse
Este es un gravísimo error que la mayoría de empresarios no nota en un principio, ya que sacar licencias o pagar impuestos les resulta trabajoso y una pérdida de dinero, cuando es todo lo contrario.
Si piensas en tu negocio a largo plazo, lo mejor será que empieces en tener todo en regla, porque podrías perder todo por problemas legales
11. No administrar bien el flujo de caja
Tratar de disminuir costos sin perjudicar la calidad de los servicios o del producto, te ayudará en los tiempos malos.
12. No pensar en el público
Si tu fin es simplemente generar dinero, el negocio no funcionará a largo plazo. El servicio o producto que ofrezcas en el mercado es para el cliente, no para ti.
13. Tener una percepción errada del negocio
Tener una empresa propia no significa tener más tiempo libre, tener más dinero, encontrar clientes fácilmente, administrar el dinero con un solo dedo. Por el contrario, significa mayor esfuerzo, quizá mayores horas de trabajo, y más exigencia.
14. Ignorar a la competencia
Debes prestar atención a la competencia, no por rivalidad, sino porque te ayudará a mejorar. Los clientes serán los más agradecidos.
15. No hacer seguimiento
En la mayoría de los casos, la falta de seguimiento es lo que nos impide llegar más lejos, porque te permitirá ver los errores y corregirlos a tiempo.