Si los familiares involucrados con la empresa definen correctamente las responsabilidades de cada miembro evitarán problemas. ¡No te pierdas estos consejos!
Gestionar un emprendimiento familiar puede ser un gran reto, si desde el principio sus integrantes no ponen en claro ciertos aspectos que podrían poner en riesgo su éxito.
Si los familiares involucrados con la empresa definen correctamente las responsabilidades de cada miembro, cuentan con una política de trabajo y tienen identificadas las prioridades del negocio, evitarán conflictos internos. Además, deben tener en cuenta estos consejos.
1. Es necesario tener un “protocolo familiar”
Es un documento que servirá para regular las relaciones entre los miembros de la familia y la empresa. Un acuerdo de voluntades, en el que se establecerán las funciones que deberá cumplir un grupo de parientes para asegurar la continuidad de la compañía.
2. Las empresas familiares deben transmitir sus valores y filosofía hacia el futuro
La forma de hacerlo es adoptar un código de buen gobierno, que guíe a las generaciones venideras, determine las políticas organizacionales y, en especial, que se establezca el proceso de sucesión.
3. Hay que recordar que familia y negocio van por distintas vías
Si juntas ambos mundos pueden surgir rivalidades y conflictos. Recuerda lo importante que es mantener la unión y las buenas relaciones en una empresa familiar.
4. Se debe mantener la equidad en el negocio
Así se evitará que miembros de la familia piensen que gozan de más derechos y privilegios.
5. Entender las debilidades
La gerencia de una empresa familiar suele ser débil en aspectos como inversión y profesionalización del personal. Si el negocio llega a crecer y es necesario, no hay que temer contratar a gente capacitada. Recuerda que el interés de la empresa debe primar por encima del familiar y eso es complicado porque hay mucha subjetividad y carga emotiva.