Tal vez para ti no tiene sentido que algo se haya hecho de una forma durante mucho tiempo, sin ninguna explicación. ¡Descubre más en la siguiente nota!
Emprendedor, no te dejes sugestionar por frases como que el emprendimiento solo es para personas con una serie de atributos y virtudes que parecen inalcanzables; muchas veces los supuestos defectos esconden actitudes que son indicadores de que estás hecho para emprender.
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Dicho esto, presta atención a estos defectos que, bien encaminados, pueden ser el camino para que un emprendedor en potencia se abra paso:
1. No te gusta el estatus quo
Para ti no tiene sentido que algo se haya hecho de una forma durante mucho tiempo, sin ninguna explicación. No eres una persona que se deje llevar por la corriente.
2. Te aburres rápido
Puede ser que te aburran las actividades que no pongan a prueba tus habilidades. Tal vez por eso odiabas algunas clases y nunca asistías.
3. Tal vez te han despedido de varios trabajos
Eres demasiado creativo y esto puede afectar en tu trabajo en equipo, por lo que probablemente tienes en tu historial haber sido despedido. Para ti es difícil estar en un trabajo fijo, pues quieres crear algo nuevo e inspirador.
4. Te creen un rebelde
Crees que lo genial se encuentra fuera de los límites de la comodidad y piensas que algunas reglas no te aplican.
5. Te resistes a la autoridad
Desde niño has puesto resistencia a la autoridad de tus padres, maestros y luego, de tus jefes. No estás conforme con las reglas de tu comunidad o de tu trabajo. Ojo, esto no quiere decir ser malcriado, sino discrepar con altura.
6. Quieres mejorar todo
Sueñas con hacer las cosas mejor y diferente. Constantemente compartes tu visión y tus ideas, a pesar de que nadie te lo haya pedido.
7. Te cuesta mantener una conversación de cortesía
Se te complica demasiado hacer el small talk que a muchas personas se les facilita. Los códigos de sociedad te parecen una pérdida de tiempo y puede que te hagan sentir incómodo.
8. Te hicieron bullying en tu juventud
Durante tu niñez y adolescencia, te criticaron y, quizás, te hacían bullying. Tal vez por eso quieras destacar en todo y demostrarle al mundo lo que vales.
9. Te obsesionas
A lo mejor te etiquetan como obsesivo/compulsivo porque una vez que inicias algo no puedes dejarlo sin terminarlo. No te sientas mal si te dicen que esto es una enfermedad o una deficiencia. Todos los grandes emprendedores se han inmerso por completo en su visión.
10. Temes estar solo
El emprendedor dentro de ti tiene miedo de trabajar en solitario, pero también teme no hacerlo. Este miedo es común y comprensible, puesto que estamos condicionados a pensar que emprender es más riesgoso que tener un “buen trabajo”.
11. Es difícil que te relajes
Tal vez te cuesta dormir en las noches porque tienes demasiadas ideas que te mantienen despierto. A la mañana siguiente te encuentras consumido en la misma idea, lo cual te distrae en tu trabajo.
12. Te sientes fuera de lugar
Siempre te has sentido incómodo contigo mismo. Hasta que te acostumbres a la idea de que eres diferente a la mayoría de la gente, esto puede ser un problema. Si lo aprendes a canalizar podrás convertirlo en tu motivación para reconocer que dentro de ti hay un emprendedor en potencia.
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Vía: entrepreneur.com