¿Requieres de un carpintero, un albañil o un gasfitero? Ahora encontrar uno es mucho más fácil gracias a Helpers, la primera app peruana que ofrece una comunidad de profesionales en servicios técnicos a domicilio.
Uno nunca sabe cuándo va necesitar el servicio técnico de un profesional para reparar o remodelar algo en el hogar. Una tubería rota inundó la casa de Luis el día menos esperado: el 25 de diciembre, en plena Navidad. Por suerte, él contaba con la aplicación Helpers en su smartphone y contactó a Pedro Cotera, un trabajador gasfitero que llegó inmediatamente a su auxilio.
>LEE: Easy Market: conoce al nuevo Uber de las bodegas
Helpers es la primera plataforma digital en el Perú para la búsqueda de trabajadores independientes en el rubro de mejoramiento del hogar. Desde una computadora o un teléfono celular, permite que los usuarios accedan a una base de datos de trabajadores registrados, los filtren según la tarea requerida, distrito donde se realizará el trabajo o por las puntuaciones dadas por previos clientes.
Bruno Acuña, gerente general de Helpers, conversó con PQS sobre los inicios de esta genial idea de negocio. El emprendedor nos contó que todo nació de una conversación entre él y sus amigos Rodrigo Falla, Sebastián Sun y Paulo Maldonado. “Sebastián salió con la idea de digitalizar los servicios del hogar así como pasó con los taxis y luego de varias reuniones nos animamos y decidimos comenzar a desarrollar la plataforma”. Juntos forjaron un equipo de trabajo que hoy empieza a ver los primeros frutos de este prometedor proyecto.
Bruno Acuña, gerente general de Helpers.
“Los helpers”, como se hacen llamar los trabajadores técnicos inscritos en la plataforma, pasan por una entrevista personal donde se les solicita el DNI, información personal y un CV con experiencia laboral. Además, por un filtro de verificación domiciliaria y de antecedentes policiales y penales. “La seguridad es un tema básico para nuestro servicio. Con eso sabemos quiénes están en nuestra plataforma”, advierte Bruno.
Lo más gratificante ha sido poder acercar la tecnología a gente trabajadora como “los helpers”. Antes tenían que estar pegando afiches en postes, en paredes o tenían que esperar horas en una ferretería para que algún cliente los contrate. Con Helpers hemos conseguido acercarlos a los clientes con un ingreso recurrente”.
Aunque el proceso de aprendizaje no fue del todo fácil, los creadores de Helpers se sienten satisfechos de haber logrado que tanto los usuarios como los helpers, empiecen a utilizar la tecnología para algo que era inimaginable años atrás. “Por suerte el boom de las apps de taxis nos ayudaron a explicar el sistema de manera más fácil. Hace unos años era difícil de imaginar pedir un taxi a través de una aplicación móvil, hoy en día es algo común. Hace unos años era difícil de imaginar contactar a un electricista o a un pintor desde un aplicativo móvil, hoy hemos logrado que eso sea una realidad”.
¿Los precios son más elevados? No necesariamente por estar en una plataforma digital debes tener un servicio más caro, por ello Helpers ofrece precios que van acorde al mercado. “Le hemos puesto mucha importancia al factor precio para que conseguir un servicio a través de Helpers no sea más caro que conseguirlo de un teléfono anotado en una pared”, aseguran sus fundadores.
Helpers se lanzó oficialmente al mercado en el 2016 y a la fecha cuenta con más de 100 emprendedores registrados, 2500 usuarios y concretan un promedio de 160 trabajos al mes.
Actualmente, tienen cobertura en todos los distritos de Lima y por verano ofrecen el servicio también en playas. Este equipo de emprendedores busca posicionar a Helpers como la primera opción de las personas cada vez que quieran hacer una reparación o una remodelación en sus casas. Su próximo paso es la expansión a más ciudades del Perú y luego a otros países de la región.
“La única forma de ganarse la lotería es jugándola, de nada sirve tener en mente los números ganadores si nunca compras el boleto”
Bruno sabe que el camino del emprendedor no es fácil, pero asegura no estar arrepentido de apostar todo por la idea en la que él confía. “Una buena idea debe ejecutarse y no quedarse solo en un concepto”, finaliza.