Los deslices en social media pueden ser peligrosos para tu negocio como en la vida misma. Aprende a evitarlos.
Los deslices en Social Media pueden ser tan bochornosos para tu negocio como en la vida misma. En LinkedIn, la red social de contactos de negocios y profesionales, la relación debe ser tan seria como si fueras a hablar con un potencial comprador, proveedor, empleado o socio inversionista. Estas conversaciones también sirven para cuando elabores tu currículo
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1. “WTF, LOL, ¿habla, vas?”
Las frases que puedes usar con tus amigos en una fiesta o en Facebook, evítalas en LinkedIn. Cuando redactes tu perfil en esta plataforma imagina que estás escribiendo un documento oficial e importante (tu presentación).
2. “Amo a mi perro, la playita, el color morado y tonear”
Mejor cuenta qué te motiva, qué logros has obtenido, qué metas tienes y cómo piensas alcanzarlas. Comenta sobre tu carrera y tus áreas de especialización, no solo sobre el color que más te gusta.
3. “Soy bueno en investigación por Internet”
En la actualidad, todos saben usar Google y Wikipedia. Además las fuentes están abiertas en Internet. Podrías destacar mejor si eres un experto usando programas de computación que normalmente un trabajador no domina al 100% (excel, adobe dreamweaver, final cut vídeo, autocad, etc).
4. “Soy bueno jugando en equipo”
Todos los que postulan a un empleo saben trabajar en equipo, no existen los ermitaños laborales, estrictamente hablando. Por eso, es mejor decir cómo lograste, con apoyo de tus compañeros – y tu liderazgo – solucionar un problema o impase.
5. “Nombre: Sandro Terán (el pirata)”
Evita poner tus apodos en el espacio de tu nombre. Además de no ser “profesional”, estás dando información falsa a LinkedIn y podrías ser reportado y tu cuenta, borrada.
6. “El negocio no funcionó por culpa de mi socio”
No ventiles tus pleitos laborales en una red social. Esto demostrará que no puedes controlar tu vida laboral o profesional. Menciona logros no fracasos que, posiblemente, no fueron culpa tuya.
7. “Trabajos fantasma”
Tal como se recomienda al preparar un currículo vitae, evita mentir con empleos que no realizaste. Si colocas una experiencia laboral, menciona algo sobre esta. Describe cómo te permitió crecer profesionalmente. Inclusive tus prácticas en las que hacías coordinaciones y llamadas todo el día. Parece poco, pero siempre suma.
8. Discreción
La honestidad tiene límites. No es mentir guardar información que no aportará para nada a tu perfil profesional, sino más bien restará la posibilidad de que alguien te contrate o te llame para abrir un negocio.
9. Más idiomas que el papa
Ver películas árabes, francesas y chinas con subtítulos no te hace un experto multilingüe. Debes tener certificados y estar seguro de que, por ejemplo, podrás sostener una conversación con una persona que realmente hable esos idiomas. Nunca se sabe quién te entrevistará o qué inversionista te contactará.
Con información de Huffington Post.
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