Conoce algunas técnicas útiles para que un emprendedor no se vea afectado por la presión de la vida diaria y el estrés.
Nadie está libre del estrés y hasta una persona emprendedora podría perder efectividad por su culpa, por eso te enseñamos algunas formas de combatir ese mal.
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1. En lo posible, reduce las listas de pendientes
Mientras más cosas dejes por hacer, mayor será el riesgo que se acumulen y termines haciendo varias cosas a la vez. Procura terminar una tarea dentro de un plazo razonable y no la dejes para otro día.
2. Date un tiempo para relajarte
Cuando no sepas ya “qué hacer”, no dudes en interrumpir durante un momento el trabajo e ir -por ejemplo- a otra parte de la oficina o la casa, lejos de tu área de labor. Cuando ya “no te sale nada más” no te irrites. Pasa a una labor completamente distinta.
3. Bloquea temporalmente los problemas
No pienses todo el tiempo en un asunto sin resolver o muy problemático. Por ejemplo, puedes decirte: “No me dedicaré a este problema durante la próxima hora, porque en este momento no puedo manejarlo”.
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4. Ve las cosas positivamente
Esto te ayudará a mantener el optimismo, lo que disminuirá tus preocupaciones y evitará que te angusties.
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5. Separa la vida privada del trabajo
Sabemos que es difícil pero hay que hacerlo. En lo posible procura delimitar bien tu horario de trabajo, para que el resto del día puedas dedicarlo a tu familia. No le des muchas vueltas a un asunto de tu negocio cuando estés con tu familia. Es mejor reservar el tiempo de ocio para actividades en un entorno social diferente al trabajo.
6. Deja de preocuparte por todo aquello que no puedes controlar
En la vida, y especialmente en los negocios, siempre se van a dar situaciones que no resultan de nuestro agrado. Cada vez que te encuentres con obstáculos, ya sea por parte de los clientes o colegas, recuerda siempre que todo se termina resolviendo finalmente, aunque el panorama parezca desalentador.
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