#EmprendedoresdelBicentenario: Lidia Cortez es artesana y productora de quinua, lleva organizando ferias desde hace más de dos décadas con el objetivo de dar a conocer los productos de todos sus compañeros en el mercado limeño.
Lidia Cortez es de Villa de Ccota, una comunidad campesina ubicada en el distrito de Platería, región Puno. Desde niña fue artesana y agricultora. A finales de los 80’s, para salir adelante tuvo que formar más de 40 asociaciones y conseguir capacitaciones y financiamiento para sus compañeros; sin embargo, les hacía falta un mercado en el que poner a la venta sus productos.
Se plantearon llegar a Lima, pero debían hacerlo a través de la Federación Regional de Artesanos y Productores de Puno. Lidia afilió a las 42 asociaciones para poder instalarse en la capital y ofrecer sus productos.
Pese a los problemas que se presentaron en el camino, todos los productores vendieron hasta la última prenda. Auguraban un buen futuro en las ferias de Lima, sin embargo, estos eventos empezaron a desaparecer. Las compañeras de Lidia la convencieron para crear una desde cero, así fue como empezó Wari de los Andes, una empresa que nació con el fin de acoger a los artesanos y agricultores del Perú.
La emprendedora se sintió discriminada por sus orígenes y su género, pero esto no la detuvo y continuó con la organización de las ferias. En paralelo comenzó a promover los granos nativos e inició un trabajo articulado con el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego para rescatar algunas semillas como la quinua negra y roja.
Así han transcurrido 22 años realizando ferias en la capital y acogiendo a más de 500 artesanos y agricultores.
Por el Bicentenario del Perú, PQS conversó con Lidia Cortez, CEO de Wari de los Andes, para conocer su experiencia como emprendedora.

Lidia, ¿cómo ha sido tu experiencia como emprendedora?
No ha sido fácil, pero tampoco es imposible. Cada tropiezo, cada fracaso que tienes es una experiencia, no hay pérdida, de esa manera tenemos que verlo los emprendedores.
Si no fracasas, no eres emprendedor. Cuando más fracasas, más te tropiezas, más aprendes y te fortaleces, por eso siempre les digo a aquellas personas, compañeros, mujeres que quieren empezar un negocio que no tengan miedo de emprender, cuando fracasan, no pasa nada, sigues adelante.

Esta feria tiene más de 20 años en Lima, ¿cómo te has sentido al ver los resultados de tu arduo trabajo?
Yo me siento muy contenta y satisfecha porque para mí estas ferias son una ventana para poder ofrecer nuestros productos. A través de estas ferias hacemos conocer nuestro trabajo, tanto de artesanía como de agro, también mostramos nuestras costumbres.
Mediante estas ferias conseguimos nuestros clientes. Yo soy productora de quinua y gracias a este evento he encontrado mis clientes, mis compañeras también han pasado por lo mismo. Yo estoy feliz porque hay compañeros que ya son exportadores.
Yo sigo acogiendo a las compañeras productoras a nivel nacional para que ellas también vean el mercado porque ellas tienen miedo de llegar a la capital y piensan en lo que pasaría si no venden, por eso a los que vienen por primera vez no les cobramos ni un sol.
Esta feria es autofinanciada, a nosotros no nos da nadie ni un centavo para organizarla. Wari de los Andes promueve este evento.
El 28 de julio cumpliremos 200 años de Independencia, ¿qué esperas para esta fecha como emprendedora?
Yo espero que podamos seguir difundiendo nuestros productos y costumbres. Quiero que después de esta fecha nos vaya muy bien, hay que ser muy positivos, no hay que perder las esperanzas.
También quiero que haya estabilidad económica, eso es importante para nosotros porque si sube la materia prima, no podemos subirle el precio al cliente a cada instante.

¿Cómo ves a la feria en un par de años? ¿Qué cosas les gustaría implementar?
Nosotros siempre estamos innovando, acogiendo a nuevos productores y nuevas empresas. Queremos seguir apoyando a todos los artesanos y agricultores del Perú.
Lidia, ¿qué consejo le darías a un emprendedor que busca empezar un negocio?
Yo le diría que se lance a emprender sin miedo. Si un emprendedor no fracasa, no es un buen emprendedor. Hasta que tu producto sea conocido, vas a sufrir, y recién cuando ya es conocido, marcha solo.
