Emprendedoras del Hogar empezó en el 2013 y actualmente cuenta con tres proyectos: acompañamiento a estudiantes de CEBA, promoción de la educación en las trabajadores del hogar y apoyo a mujeres migrantes venezolanas para que encuentren un empleo digno en el país.
En el 2009, Claudia Esparza creó Nanas & Amas, una agencia de empleos para el hogar que promueve relaciones felices y duraderas entre familias y trabajadoras.
Gracias a este negocio empezó a conocer a profundidad cuáles eran los anhelos, sueños y expectativas de las trabajadoras del hogar. Descubrió que la gran mayoría siempre había querido superarse mediante la educación, pero no habían podido estudiar porque empezaban a trabajar desde muy niñas. Aquí hay una oportunidad para empoderar a las mujeres, se dijo.
Con esa inquietud, Nanas & Amas buscó acercarse a instituciones para ayudar a estas jóvenes a replantearse la posibilidad de volver a estudiar y no quedarse en el trabajo del hogar por obligación, pero no tuvo suerte. Un día alguien del Ministerio de Trabajo le sugirió a Claudia plantear este enfoque como una rama paralela a su actual negocio, así nació en el 2013 Emprendedoras del Hogar, la ONG que busca convertir al trabajo del hogar en una herramienta para sacar a las mujeres de la pobreza, abriéndoles las puertas a trabajos dignos y oportunidades de educación.
Durante los primeros años se sostuvieron gracias al voluntariado, pero desde hace el 2919 han empezado a recibir financiamientos que le permite desarrollar proyectos más grandes.
Por “Emprendedores transformando el Perú”, conversamos con Claudia Esparza para conocer sus motivaciones y aspiraciones para el ecosistema de los negocios sociales.

Claudia, ¿cómo funciona Emprendedoras del Hogar?
Actualmente tenemos tres grandes proyectos. El primero es “Soñar, planear, actuar”, lo llevamos a cabo en Centros de Educación Básica Alternativa (CEBA), es decir, colegios nocturnos donde los estudiantes son, en su mayoría, extrabajadores infantiles. Les damos talleres de acompañamiento durante el último año de secundaria para incentivarlos a soñar en grande, a romper paradigmas relacionados a la pobreza, al dinero, a las oportunidades, los ayudamos a hacer un plan para alcanzar sus sueños.
Realizamos ferias de orientación vocacional en estos colegios para que los jóvenes vean que las universidades y los institutos también están interesados en ellos.
El otro proyecto se llama “Trabajador estudiante” y va de la mano con Nanas & Amas. Lo que hacemos es promover que todas las trabajadoras del hogar que llegan a nosotras se den cuenta de que existe la posibilidad de estudiar, las conectamos con estas posibilidades y en lo posible las ayudamos a conseguir trabajos donde las familias se comprometan a respetar sus horarios de estudios.
El último proyecto es “Empoderando mujeres migrantes venezolanas”. Esto lo hacemos con “Loop”, una aplicación móvil para contratar servicios de limpieza para el hogar que son realizados por mujeres migrantes venezolanas. A través de este proyecto les damos la oportunidad de tener un trabajo digno, seguro y permanente, y en simultáneo promovemos sus perfiles profesionales porque ellas son personas con altos niveles educativos.
¿Cómo surgió la idea de emprender?
Yo soy ingeniera informática. Me casé joven y cuando tuve hijos, sentía que no pasaba suficiente tiempo con ellos, en ese momento mi carrera no me lo permitía. Empecé a pensar en hacer diferentes tipos de negocios desde temas inmobiliarios hasta estos de ventas multinivel, y finalmente, después de una experiencia que tuve contratando a una persona para que me ayude con el cuidado de mis hijos, me di cuenta de que había una posibilidad bien interesante para cambiar el mercado de las agencias de empleo.
¿Cuáles consideras que han sido los principales desafíos a los que te has enfrentado con Emprendedoras del Hogar?
Primero, el desconocimiento del tema. Cuando fundé la ONG no sabía cómo funcionaba una organización de este tipo.
Encontrar una manera en la que pueda operar es también un desafío permanente porque esta asociación es sin fines de lucro, entonces necesitamos de inversión para desarrollar los proyectos, hay que ingeniarse para ver a dónde ir, cómo presentarnos, con quién conversar. Luego hay que presentar indicadores de impacto para que vean cuál es el resultado de la inversión que están haciendo.
¿Cómo se maneja el financiamiento de tu empresa social?
Nos sostenemos económicamente de donaciones. Recibimos donaciones a través de una plataforma de crowdfunding que se llama GlobalGiving, con esta ayuda podemos desarrollar los proyectos.
También es una mezcla de voluntariado y financiamiento de Nanas & Amas. A veces recibimos fondos que obtenemos a través de concursos o reconocimientos que recibimos por nuestro trabajo.

¿Qué debería hacer el sector público y privado para apoyar iniciativas como la tuya?
Hay una frase de una amiga que me encanta y dice “el país que queremos empieza en tu casa”, es decir, los cambios que buscamos en la sociedad tienen que empezar por nosotros mismos. Si tú hablas a nivel de empresa, los empresarios tienen que preguntarse qué cosas quieren para el país y desde dónde pueden aportar con el cambio.
Yo empecé con una agencia de empleo, a partir de preguntarme qué quería hacer y, gracias a mi equipo, hemos podido alcanzar cambios y mejoras importantes.
¿Y por parte del Estado?
De parte del Estado lo que tendríamos que hacer primero es tratar de encontrar a las personas idóneas para los puestos idóneos, gente apasionada por el país, gente que de verdad sienta emoción por lo que hace porque pienso que esa es la combinación que te permite sobreponerse a las dificultades más grandes.
En todo camino de emprendimientos o de dirección de proyectos, tú vas a tener subidas y bajadas, como en la vida misma, entonces, cuando tú haces algo que realmente te apasiona y los sientes de corazón, esto se convierte en un motivador muy fuerte para salir de los hoyos más bajos.
Tú hablas de resiliencia y de pasión, ¿qué otras características crees que debería tener un emprendedor?
Tiene que ser una persona decidida, perseverante y soñadora, todo empieza cuando tú te imaginas qué cosa es lo que quieres hacer.
Otra característica que a mí me parece indispensable es la solidaridad. Los emprendedores debemos pensar no solo en qué puedo sacar yo de esto, sino más bien qué puedo hacer yo para que todos saquemos algo importante de esto. Si las empresas piensan de esta manera todos ganamos y así crece el país.
Si los emprendedores piensan así, empiezan a aparecer oportunidades de sitios que ni te puedes ni imaginar. Es mirar más allá de ti, más allá de tus círculos más íntimos, es tener una mirada más global.
Ya para finalizar, ¿qué consejo le darías a un emprendedor que busca iniciar un negocio social?
Le diría que es algo que va a disfrutar demasiado, yo sé que es la tendencia que el mundo va a tomar. Como te cuento, nosotros formamos parte de otros grupos de emprendedores sociales a nivel mundial y vemos que cada vez más empresas se están dando cuenta de la posibilidad que tienen de transformar el mundo.
También deben saber que a veces las soluciones son más sencillas de lo que uno se puede imaginar. Deben tener por seguro que en algún momento van a recibir algún tipo de ayuda, asesoría, conexión, lo que sea, porque la comunidad de los emprendimientos sociales es muy solidaria, todos se tienden la mano, te abren puertas, te dan recomendaciones.
No van a estar solos, cada vez somos más los que estamos apostando por hacer empresas con impacto social.