Carol Ventura es una comunicadora que hace tres años decidió decirle adiós al mundo corporativo para iniciar Aventura PR, una agencia de relaciones públicas que busca crear experiencias únicas.
El 8 de marzo de 1908 ocurrió un suceso que marcó la historia del trabajo en el mundo entero: 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, tras declararse en huelga. ¿El motivo? Buscaban la reducción de la jornada laboral a 10 horas y un salario igual al de los hombres que hacían las mismas actividades.
Con este antecedente, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
En la actualidad la fecha sirve para conmemorar la lucha por la erradicación de la violencia de género y lograr la igualdad entre mujeres y hombres, pues estas últimas continúan desarrollándose en ambientes sociales, económicos y políticos desfavorables.
En medio de esta fecha PQS ha decidido lanzar el especial “Mujeres de negocios”, en el que se conversa con ocho mujeres emprendedoras o investigadoras sobre sus experiencias.
Una de ellas es Carol Ventura, comunicadora que hace tres años decidió decirle adiós al mundo corporativo para iniciar Aventura PR, una agencia de relaciones públicas que busca impulsar marcas a través de narrativas y experiencias que inciden en lo emocional y crean una conexión genuina entre sus clientes y los públicos de interés.

Carol, ¿cómo te defines a ti misma?
Soy aventurera por naturaleza. Me considero alguien multifacética, soñadora, que busca estar feliz en su entorno y hacer cosas que construyan ese espacio que a veces uno imagina.
¿Por qué después de 6 años en el mundo corporativo decidiste emprender?
Toda mi familia por parte de mi mamá tiene empresas y este tema de la libertad, de poder hacer cosas y compartir tu visión siempre la he querido desarrollar. En un momento de mi vida profesional, cuando vi que las oportunidades se fueron dando, decidí emprender e iniciar con Aventura, la agencia que lidero.
¿Qué te motivó a iniciar específicamente una agencia de relaciones públicas?
Además de comunicadora, yo soy marketera, hice toda una especialidad sobre eso. Todo ese mundo de generar tendencias en nuestro mercado a mí me gustaba mucho, acá en las agencias de relaciones públicas yo veía que faltaba generar marcas que realmente quieran emocionar con sus campañas, y de hecho esta es nuestra ventaja diferencial: tratamos de que todas las narrativas sean experiencias únicas y eso va muy conectado a los valores de cada marca.
¿A qué dificultades consideras que te has enfrentado en estos tres años que vienes emprendiendo?
Construir marca es el reto. Antes era como “bueno, vamos a trabajar con Carol”, pero había que hacer branding porque Aventura no soy yo, somos un equipo.
Por otro lado, la pandemia fue una gran dificultad. Nos tocó activar planes de contingencia con todas las marcas y tener siempre una respuesta a lo que podía suceder en nuestro entorno. Esto nos ha permitido seguir avanzando, crear soluciones poco tradicionales nos lleva a recordar que vivimos en sociedad y a conectar con respuestas que nos ayuden a continuar.
Si tuvieras que mencionar un error y un acierto que has cometido como emprendedora, ¿cuáles serían?
Un error que cometí fue que yo siempre le tuve temor a los números, de hecho mi lado marketero ha sido el lado más creativo, del storytelling, pero para el tema de las finanzas siempre he buscado algún soporte. Al iniciar la empresa tuve que buscar aliados porque una no puede hacer todo sola, pero los primeros meses me tocó hacer algo sobre finanzas.
En cuanto al acierto, hicimos bien el poder conectar con las personas. A mí me gusta enfatizar es esta relación que vamos construyendo porque más que una agencia, nosotros nos consideramos como una persona, alguien que realmente sea cercano, innovador, alguien que te acompañe.
Nosotros contamos con un cliente que nos acompaña desde nuestros inicios hasta el día de hoy y creo que eso manifiesta esta confianza que les damos y que necesitan todas las marcas.
A nivel personal y profesional, ¿qué ha significado para ti emprender?
Ha sido toda una aventura. Todos nos arriesgamos, todos tomamos decisiones y en estas decisiones está el progreso de ver dónde estamos hoy y hasta dónde queremos llegar. Equivocarse está bien, de hecho, si no nos equivocamos, no podríamos aprender.
Carol, ¿consideras que es difícil emprender para una mujer en Perú?
Sí, sí. Directamente en Perú, existe esta diferencia entre hombres y mujeres al momento de emprender.
Yo animo siempre a las nuevas generaciones a emprender, sobre todo en el lado femenino, donde todavía falta arriesgarse, tomar esa decisión y empezar proyectos. Crecer en colectivo es lo que debería humanizar las propuestas que se generen en negocios, en oportunidades laborales, no solamente con el lado femenino o masculino, sino todos juntos.
¿Recuerdas alguna experiencia en la que te hayas sentido discriminada por tu género?
Directamente no, pero he podido ver casos de acoso. Obviamente, rechazo cualquier tipo de discriminación o acoso laboral, rechazo esa mirada de que la mujer es considerada el sexo débil.
Este tema es bien delicado. Cuando he visto el acoso de cerca lo he podido denunciar porque creo que siempre hay que accionar, en todas las empresas hay reglas, también hay leyes contra el acoso. A mí me apenó mucho porque este caso lo vi en un trabajo anterior, pero la idea es no quedarnos calladas.
Aunque está el riesgo de perder tu trabajo, hay que ser lo más transparentes posible. Si a ti te hace sentir algo mal o identificas algo que realmente sabes que no es lo correcto, hay que hacer las cosas bien, hay un tema de coherencia con uno mismo.
¿Qué crees que le hace falta al Estado y a la empresa privada para impulsar emprendimientos liderados por mujeres?
Les hace falta trabajar juntos. Nosotros como agencia hemos tratando de vincularnos con algunos proyectos del Estado con el Ministerio de Cultura y con el Ministerio de Educación, directamente con temas culturales en los que nos interesa inyectar alguna propuesta. Para desarrollar estas propuestas hace falta un tema de consenso para llegar a acuerdos. Los temas burocráticos tampoco ayudan mucho.
Carol, ¿qué consejo le darías a una emprendedora peruana que quiere iniciar un negocio?
Lo que yo creo que ayuda a todo el mundo es planificar tiempos, si uno se pone una meta y un objetivo de manera planificada, lo puedes lograr. La idea es empezar, a veces uno no lo hace y se pone muchas trabas. Si confías en lo que haces, si es parte de tu pasión, si es algo que te levantas de la cama temprano, si es algo que conecta con quién eres, hazlo.
La meditación ayuda un montón, tener un espacio para uno mismo para pensar qué quiero. Además, ayuda a conocerse, a saber cómo está el entorno y avanzar.